Costa Rica se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica. Esta zona se extiende a lo largo de la costa oeste de América, desde Alaska hasta Nueva Zelanda. Por lo que la seguridad ante terremotos es una prioridad para el país. El Código Sísmico de Costa Rica (CSCR10) se ha convertido en una herramienta fundamental para lograr este objetivo.
Hablamos con Federico Golcher, ingeniero estructural, acerca de esta normativa, su importancia y su historia.
El código sísmico es esencial en proteger tanto el bienestar de las personas como la inversión en la estructura. Estos lineamientos establecidos por el Comité Permanente en el CFIA, se fundamentan en estudios nacionales e internacionales que, a lo largo de los años, han contribuido a que las edificaciones en el país sean estables y seguras.
Historia sísmica de Costa Rica
Costa Rica se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica. Esto lo hace un país vulnerable a los terremotos. La sismicidad de Costa Rica está influenciada por tres factores principales: su ubicación, la presencia de fallas geológicas activas en el país y la actividad volcánica.
A lo largo de su historia, Costa Rica ha sido escenario de numerosos terremotos, algunos de los cuales han sido devastadores. El terremoto más fuerte registrado en el país fue el de 1910, que tuvo una magnitud de 7,9 y causó la destrucción de la ciudad de Cartago. Se estima que el 90% de la ciudad quedó en ruinas.
Otros terremotos importantes han ocurrido en 1860, 1974, 1991 y 2012.
Creación del Código Sísmico
Los códigos sísmicos son guías que recopilan, sintetizan y organizan un conjunto de normas y prácticas para el diseño sismo-resistente. Estos códigos cumplen con un objetivo fundamental: garantizar la seguridad de quienes ocupan los espacios, preservar la integridad estructural y proteger los bienes contenidos en ellas. Todo esto de acuerdo con objetivos de rendimiento previamente definidos.
El Código Sísmico de Costa Rica fue creado en 1977 con el apoyo del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica (CFIA). El código fue revisado por última vez en 2010, para incorporar los últimos avances en la ingeniería sísmica.
El CSCR10 divide al país en zonas de acuerdo con su riesgo sísmico. Esto ayuda a determinar los requisitos específicos que deben cumplir las estructuras en cada zona.
Requisitos generales del Código Sísmico de Costa Rica
El código establece los requisitos mínimos para el diseño y construcción de estructuras sismorresistentes en Costa Rica. Estos requisitos incluyen:
El código sísmico garantiza el mayor desempeño posible en cada construcción, por eso la formalidad y el apoyo de un ingeniero estructural es clave en cada proceso.
Esto contrasta con casos documentados, donde las construcciones han sido más informales y, por lo tanto, más propensas a sufrir daños en caso de terremotos.
Implementación y beneficios del CSCR10
La implementación del CSCR ha tenido un impacto positivo en la seguridad sísmica de Costa Rica. Según un estudio realizado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el CSCR ha reducido el riesgo de colapso de estructuras en un 75%.
Los beneficios del CSCR se pueden resumir en los siguientes puntos:
- Protección de la vida y la propiedad.
- Reducción de los costos de reconstrucción.
- Mejora de la competitividad de construcción en el país.
Además de estos beneficios, el CSCR también ayuda a garantizar que las estructuras sean diseñadas de manera eficiente y económica. La herramienta GEsDi-CSCR10, desarrollada por el Laboratorio de Ingeniería Sísmica de la Universidad de Costa Rica (UCR), permite a los ingenieros diseñar estructuras que cumplan con los requisitos del CSCR y que sean seguras, eficientes y económicas.
La herramientas digitales utilizan datos sísmicos reales para generar los espectros de diseño necesarios para el análisis sísmico de estructuras. Estos espectros toman en cuenta la ubicación, tipo y uso de la estructura. Así mismo, permiten la selección de diversos parámetros de diseño, como la ductilidad de la estructura y el tipo de suelo.
Contar con el apoyo de un profesional no solo protegerá su inversión, sino que también garantizará su seguridad. El código trae a la mesa temas de seguridad sísmica que trascienden la propia estructura, destacando la importancia de una planificación integral.