Manifesto Nativu: Creemos en el impacto de las decisiones con propósito para lograr resultados sorprendentes.
Por mucho tiempo los productos a base de las tortugas marinas se explotaron para el consumo humano, al punto de posicionarlas en peligro de extinción. Sin embargo, existen personas que notaron el problema y se dedicaron a ser parte de la solución como Valerie Guthrie. Quien forma parte de la Asociación Vida Verdiazul (AVIVE).
La asociación AVIVE, con sede en Playa Junquillal de Santa Cruz, nace para proteger a las tortugas baulas y su desove, pero con la limitante de la mano de obra. Con esta necesidad nace la solución, que se encontró en el voluntariado de personas extranjeras o nacionales dispuestas aprender del proceso de desove de las tortugas.
Entre las diferentes actividades en la que ayudan los voluntarios están: patrullajes para prevenir los saqueos de los nidos, controlar la llegada de las tortugas, ayudar a educar a la comunidad y recolección de los huevos para llevarlos al “Hatchery » (Zona especial que aumenta las posibilidades de eclosión de las tortugas).
Además, se encargaron de reforestar la zona y hoy cuentan con 6.000 árboles plantados. Gracias a esto, variedad de fauna aumentó y llegaron nuevas especies como pizotes, mapaches y la tortuga carey, que no se tenía registro desde 6 años atrás.
Tanto Valerie Guthrie como todos los demás integrantes de la Asociación Vida Verdiazul, son un ejemplo e inspiración que reafirma una parte fundamental del Manifesto Nativu:
«Creemos en el impacto de las decisiones con propósito para lograr resultados sorprendentes.«
Desde el 2004 Valerie Guthrie se encargó de la administración de la zona, teniendo fe en el impacto que su decisión de mantenerse firme tendría. Hoy ya ven los frutos del trabajo de la asociación e inspiran, no solo a la comunidad de Guanacaste sino costarricense, a ser parte de este proyecto y mantener la biodiversidad marina del país.