Los boyeros en Costa Rica se dedican a la crianza, engorde y conducción de bueyes. Su profesión se crea como herramienta para el comercio de la ganadería de engorde y velar porque el producto fuera cuidado de la mejor manera. Adicionalmente, se empezaros a usar bueyes para que les ayudaran a trasladar los productos de forma segura.

Según datos de la UNESCO, la tradicional carreta de bueyes es el tipo de artesanía más famoso de Costa Rica. Desde mediados del siglo XIX, eran utilizadas para transportar el grano de café desde el Valle Central de Costa Rica, en las montañas, a Puntarenas en la costa del Pacífico. Un viaje requería de 10 a 15 días.

Las carretas de bueyes tenían ruedas sin radios, un híbrido entre el disco usado por los aztecas y la rueda de radios introducida por los españoles, para avanzar en medio del fango sin atascarse. En muchos casos, las carretas de bueyes eran el único medio de transporte de una familia y simbolizaban su estatuto social.

Los boyeros son mencionados en el libro “Costa Rica en Juan Bosch” de Armando Vargas Araya en una carta escrita en 1951 por Juan Bosh, un latinoamericano que le escribía cartas a su esposa Teresa acerca sus vivencias en Costa Rica.

En la carta Juan narraba que le llamaba la atención que en Costa Rica no se usaran burros ni caballos para jalar las carretas sino «bueyes de despacioso andar»; unos animales tan grandes pero tan mansos.

En Octubre de 1998 se declaró mediante el Decreto Ejecutivo N.º 18483-C el Día Nacional del Boyero para ser celebrado cada segundo domingo de marzo. La actividad consiste en que boyeros salgan a las calles con sus coloridas carretas y sus mejores bueyes para llenar de cultura e historia al Valle Central, terminando el recorrido en la sede del evento en San Antonio de Escazú. 

Esta tradición fue inscrita en 2008 como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO, ya que representa la ardua labor de los boyeros de Costa Rica, además de ser un símbolo nacional.

Empezaron en la segunda mitad del siglo XIX como parte de actividades para el culto a San Isidro, y poco a poco se convirtieron en un elemento clave de las fiestas patronales en las comunidades dentro y fuera del Valle Central. Con el tiempo, los desfiles empezaron a tomar fama y se convirtieron en parte importante de diferentes actividades y celebraciones a nivel nacional; incluso se agregaron concursos como el de la carreta mejor pintada.

En el presente los desfiles son fundamentales en celebraciones religiosas, festivales, conmemoraciones cívicas regionales y nacionales.

En la labor de los boyeros de Costa Rica destaca «La carreta»; esta herramienta fue utilizada en el pasado para transportar diferentes productos por largas distancias.

Por muchos años las carretas fueron el único medio de transporte para las familias campesinas y estas medían el estatus social de las familias. La tradición de la carreta pintada inició al rededor del siglo XX y los diseños y estilos eran diferentes, sin embargo en ese tiempo los diseños más comunes eran las flores, rostros y paisajes. Según la UNESCO la carreta es el tipo de artesanía más famoso de Costa Rica.

Costa Rica mantiene sus raíces culturales muy presentes incluso hoy en día. Si usted desea conocer sobre excelentes opciones de inversión en todo el territorio, no dude en contactar a nuestros asesores especializados.