El estilo victoriano fue una tendencia de mucha elegancia durante el reinado de la reina Victoria, de 1837 a 1901 y aunque nació precisamente en Inglaterra, se extendió rápidamente con los migrantes ingleses hacia las colonias norte americanas y caribeñas. De hecho en Costa Rica tenemos nuestros propios ejemplares de este estilo arquitectónico, siendo la casa cural de Pacayas en Cartago uno de los más clásicos.
Inicios de la arquitectura victoriana en Costa Rica
A finales del siglo XIX, con el auge de las fincas cafetaleras de Cartago, aparecieron las primeras casas victorianas en el país y ya adentrados en el siglo XX las edificaciones victorianas se asentaron más. Fue una opción muy atractiva para el momento porque la industria maderera estaba creciendo y por otro lado, el adobe dejó de ser popular tras el terremoto de 1910.
Era necesario encontrar técnicas y materiales de construcción que fueran más livianos, resistentes y fáciles de manejar.
Características
Estrechas y altas
En su mayoría, las casas de estilo victoriano tienden a ser altas y estrechas, compensando por su poca anchura. Mientras más alta la casa, mejor, porque denota un mayor estatus.
Porche
La arquitectura victoriana tenía como propósito impresionar, entonces para darle un aire más dramático a las fachadas, las casas tenían entradas grandes y complejas con una escalera que guiara a un porche adornado
Torres y torreones
Cada edificación era original y distinta de alguna forma, aunque siguiera un mismo estilo, de hecho en algunos casos eran asimétricas. Y continuando con el tema de la altura y la extravagancia muchas de ellas tenían cuartos agregados en forma de torres. Así les daban un aire de los castillos góticos que inspiraron este estilo.
Ventanas y Arcos
Estas casas se hacen notar por las grandes ventanas al rededor de toda la construcción, porque desde dentro hacen que parezca que el espacio es mayor y así se tenía luz natural, además las puertas y techos llevaban siempre un arco decorado.
Casa Cural de Pacayas
En 1977 esta casa rural que data de 1940, fue declarada de Interés Histórico Arquitectónico y fue recientemente destacada por el Centro de Conservación de Patrimonio Cultural.
La historia de esta edificación icónica para al comunidad de Pacaya de Alvarado representó el esfuerzo de todos los vecinos de la zona y del entonces padre Coto. El proyecto requirió de varios días, 22 carretas y 50 hombres para transportar las tucas de pocho e hija, desde la finca El Torito, en Santa Cruz de Turrialba.
Como bien se ve en la fotografía, aunque la casa rural no es una mansión, para su época fue un gran lujo y se apega a las características victorianas: arcos, ventanas por doquier, altura y el porche decorado.
En definitiva tenemos mucho de que estar orgullosos, la adaptación de la arquitectura victoriana vive en Costa Rica, si usted se da una vuelta por Pacayas, visite esta obra patrimonial.
