La automatización en los procesos industriales ha venido creciendo, y la agricultura finalmente está ingresando a la era digital reinventándose y evolucionando la forma en la que se cultivan los productos que consumimos.

Las fincas automatizadas proveen comida a millones de personas en la actualidad. El Cambio Climático, la creciente urbanización, los cambios en el suelo y la escasez de recursos naturales han empujado el mercado productivo hacia el uso de avanzadas tecnologías de producción.

La tecnología de alimentos y la agrotecnología buscan aplicar conocimientos científicos para el diseño de herramientas que automaticen el procesamiento y desarrollo de los productos, garantizando a su vez la calidad y seguridad en el consumo.

Las fincas automatizadas realizan distintas tareas con ayuda de la tecnología, aprovechando al máximo las parcelas agrícolas mientras se reducen los costos de producción, las condiciones de trabajo humano y se agilizan las operaciones que de forma manual, no se podrían realizar con la misma velocidad.

En la actualidad, las herramientas que se incorporan a los procesos agropecuarios son variadas. Los modelos pueden ser parcial o totalmente automatizados. Incluyen desde el uso de distintas maquinarias, hasta trabajos de laboratorio. Los principales objetivos del uso de estas tecnologías son:

1. Ejercer el ámbito agropecuario como motor de desarrollo
2. Incentivar la competitividad 
3. Fomentar coordinación y cooperación entre instituciones
4. Priorizar la sustentabilidad de los territorios

El uso de agrotecnologías no solo asegura la productividad, sino que determina la competitividad de unos productores sobre otros, beneficiando directamente la economía del productor. En general la agricultura y ganadería, son fundamentales en la economía y desarrollo de las sociedades, ya que proveen alimento y trabajo a la población.

Pero la capacidad de la tecnología ha generado un cambio importante en el paradigma interno de las pequeñas y medianas empresas, logrando más productividad, eficiencia y rentabilidad en los procesos productivos.

Algunos ejemplos de fincas automatizadas incluyen; tractores y sembradoras con GPS, Sistemas de alimentación automatizada para aves (carne y huevo), Drones de monitoreo, Sistemas de telemetría (sistemas de riego), Sistemas de ventilación en granjas, Robots de ordeño automático, incubadoras automáticas, cámaras de secado de café, entre otras.

La «agricultura del futuro», plantea la existencia de ecosistemas controlados digitalmente, permitiendo reproducir diferentes climas, variando características como la humedad, la temperatura, el monóxido de carbono, hidrógeno y otros minerales, de forma remota.

El proyecto de Food Computer desarrollado por investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) crea ambientes aptos para el cultivo en espacios pequeños, en el que los sistemas digitales controlan y monitorean el crecimiento de las plantas dentro de estas cámaras de cultivo especializado. Este proyecto es abierto al público por lo que ya se trabaja con estos equipos en varias partes del mundo.

Estas «granjas digitales» no utilizan tierra sino que hacen uso de la hidroponía y la aeroponía para controlar las condiciones climáticas en el interior de la cámara y crecer las plantas en ambientes artificiales. Son fincas 100% automatizadas , porque todo el trabajo de producción es realizado por inteligencia artificial, aunque hay supervisión humana durante todas las etapas.

Al predecir el futuro de una planta con el uso de computadoras, se pueden prevenir pérdidas, reproduciendo solamente las plantas saludables, haciendo la agricultura más precisa y segura. Este mercado está creciendo aceleradamente, las cámaras que se utilizan hoy día, pueden producir simultáneamente 10 acres de producto en espacios de 5m2, poniendo las estructuras de forma vertical. De esta manera se aprovechan los espacios aeros, en localidades con pocos o inexistentes suelos agrícolas.

Otras tecnologías desarrolladas por el DiSTAP crearon sensores para conocer la planta; es decir, que no se controlan factores externos solamente, sino que por medio de estos sensores, se conoce el crecimiento y posible desarrollo de una planta en específico, por medio de los cambios químicos de las hojas o del color del tallo.

Existen «indoor farms» de grandes tamaños, que buscan revolucionar la producción de alimentos, cultivando más de 80.000 plantas productivas en poco espacio, generando cosechas en menos de la mitad del tiempo que la agricultura tradicional.

Con la ayuda de inteligencia artificial y robots, se espera que la agricultura sea completamente automatizada dentro de 30 años, pudiendo alimentar billones de personas sin menoscabo de los recursos naturales del medio.

La NASA, ha logrado utilizar satélites que identifican problemas de agua, de suelo y de humedad, previo a que se arruinen sembradíos; pudiendo prevenir pérdidas de alimentos y terrenos productivos. Por ejemplo, en campos de zacate para vacas y ovejas en Australia e incluso en los terrenos productivos de África, que proveen aproximadamente el 70% del total del alimento que se consume en el mundo.

El uso de inteligencia artificial en la agricultura, significa un importante cambio de paradigma en nuestras dietas y costumbres de consumo. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, las tecnologías actuales buscan satisfacer tanto la demanda, como las necesidades de los productores. Ya sea que se trate de una finca automatizada parcial o completamente, las herramientas tecnológicas actuales, permiten maximizar las ganancias, reduciendo el tiempo y costo de producción.

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