Sí se puede convertir una propiedad residencial en una inversión comercial; sin embargo, se requiere un enfoque estratégico. Ejemplos notables, como el caso de Barrio Escalante, demuestran cómo propiedades residenciales se han transformado en estéticas, restaurantes, espacios de co-working y oficinas administrativas.

Es importante verificar las regulaciones municipales para asegurarse de que permitan el cambio de uso a comercial. Una vez confirmada esta viabilidad, se pueden explorar diversas aplicaciones para el proyecto.

Esto es una oportunidad para diversificar y maximizar el potencial de una propiedad residencial, adaptándola a las necesidades comerciales de la zona. Al abordar este cambio y cumplir con las regulaciones pertinentes, se puede lograr una transición exitosa y rentable.