El proceso comienza con la búsqueda de una propiedad que le guste al comprador. Luego, el agente inmobiliario negocia con el vendedor para llegar a un acuerdo verbal sobre el precio y los términos.

Este acuerdo se formaliza en una ‘Carta de intención‘. Posteriormente, se inicia el proceso de debida diligencia, a cargo de un abogado. Durante este proceso se investiga minuciosamente la condición de la propiedad, su situación legal y posibles problemas.

El abogado proporciona un informe sobre su investigación y, si no surgen problemas significativos, la transacción avanza a la etapa de cierre. Esta se puede extender según el depósito en garantía y la documentación final.

La última de estas etapas de compra de una propiedad se da con el traspaso del título.