La famosa frase “lo único constante es el cambio”,  aplica para todo en la vida – incluso para vivir en condominio.  Al ritmo de los tiempos actuales, los costarricenses han sido testigos de variaciones en su estilo de vida.  Aquellos que vivieron en barrios de ataño con patios más grandes que la casa, perímetro libres de rejas, árboles frutales, bicicletas en la puerta y  jugar en vacaciones hasta tarde en las aceras, saben que ya no es una opción en el casco urbano.

Ver abajo: Consideraciones a tomar en cuenta para vivir en condominio

Hoy en día, si bien es cierto el uso del suelo se ha diversificado y los cafetales de San José, Heredia y Cartago dan espacio a desarrollos inmobiliarios, escoger un lugar en donde vivir implica considerar mayores variables. Una de las premisas  a reflexionar es cómo llegar a tiempo a los lugares de trabajo, centros de estudio, hasta no sucumbir por llegar al cine. Asimismo, parte integral de la calidad de vida es sentir seguridad patrimonial en la amplitud de la palabra.   La sana convivencia, una administración que resuelva el mantenimiento y aumente la plusvalía de la propiedad, sumado a  múltiples facilidades crediticias, son un conglomerado de razones suficientes  para escoger vivir en Condominio.

Entonces, si vivir en condominio promete resolver aspectos de privacidad, seguridad  y es el nuevo “boom” inmobiliario, ¿se podría decir que adquirir una casa o apartamento en ese régimen es la forma ideal de vivir? ¿Todas las personas  vivirían cómodas en condominio? ¿Las urbanizaciones y residenciales no brindan opciones atractivas para vivir? Para responder a estas y otras  preguntas es importante sopesar que se requiere mayor evaluación para escoger tener un estilo de vida determinado que simplemente las maravillas que cuente algún familiar o amigo que viva en condominio.  Se debe recordar que la realidad es una, pero la percepción de la realidad depende del cristal con que se mire.

Antes de comprometer las finanzas en la adquisición de un bien que puede ser para toda la vida, se debe hacer un esfuerzo por comprender qué significa vivir en condominio.

Consideraciones a tomar en cuenta antes de pensar vivir en condominio  

Conocer la ley que rige

El que no sabe, es como el que no ve. En un país de derecho, los que conocen la legislación llevan las de ganar. La Ley 7933, reguladora de la propiedad en condominio dictamina todo lo concerniente a los deberes y derechos de los propietarios, los órganos rectores, las funciones de la administración y todo se debe saber de condominios en Costa Rica. No hay porque asustarse o llevar una clase introductoria al Derecho para hacer una lectura rápida de la ley o bien del decreto a la ley.  Argumentar desconocimiento de los derechos y sobre todo de los deberes que se adquieren al comprar una finca filial  puede salir más caro que invertir unas horas de lectura.

El reglamento de condominio rige su estilo de vida y el de los demás.

La ley establece los parámetros, amplitudes y límites.  El reglamento de cada condominio plasma las líneas de acción conforme a la ley.  ¿Se puede cambiar un reglamento? Sí, pero requiere mecanismos que se explicarán en otro artículo. Lo más recomendable es examinar meticulosamente la compatibilidad del estilo de vida que se esperar tener versus las normativas que se deben seguir.  Pasar por alto una restricción puede conllevar a renunciar una mañana de domingo lavando el carro o colocar la planta preferida más no avalada en un balcón.

¡OJO! las cuotas de mantenimiento del condominio no son fijas.

Cuando se lea o escuche que la cuota condominal es un monto definido mensual por los años venideros, se está tomando ventaja de la ignorancia.  La verdad es que las cuotas están intrínsecamente ligadas a las necesidades que los propietarios deban cubrir. Todos los años se establecen mejoras útiles, necesarias y  se valoran  imprevistos en caso de desastres naturales. El presupuesto y los imprevistos definen la cuota que todos los propietarios decidan ya sea fija o bien extraordinaria.  Examinar bien las finanzas para comprar y sostener la inversión es una responsabilidad adquirida al vivir en condominio.

Las áreas y bienes comunes son “comunes”.

El contar con espacios de esparcimiento y pagar por su mantenimiento no implica exclusividad de uso, librarse de pagos de alquiler, restricciones de uso  u horarios bien definidos. El saber compartir y acogerse a las regulaciones establecidas, hará que valga la pena contar con piscina, sala de eventos, gimnasio y las otras amenidades que ofrezca el condominio.

La seguridad no es 100% infalible.

La ventaja principal que se escucha de  vivir en condominio es que el acceso es restringido siendo esta una propiedad privada. Esto brinda la posibilidad de contratar vigilancia, colocar cámaras, contratar monitoreo y otro despliegue de mecanismos ayuden a minimizar el riesgo de asaltos y robos. Sin embargo,  la frase cierta pero trillada  “la seguridad es cosa de todos”, conlleva contar con protocolos, contar con supervisión permanente y  que los residentes se mantengan alerta  marcará la diferencia entre un condominio seguro a otro que plantee el supuesto de Condominio=Seguridad.

Lo mío, lo suyo y lo de todos.

Considerar vivir en una comunidad que  posea similares necesidades, preferencias, gustos, valores y estilos de vida social podría evitar disonancias.  Ser consciente de las dinámicas, formas de relacionarse, rutinas y estadios de edad que usted desea compartir con sus vecinos podría evitar conflictos y arrepentimientos.

Poder residir pacíficamente e incrementar el valor de su inversión para toda la vida o para la reventa se puede lograr con el apoyo profesional integral sumado a la propia valoración objetiva del cliente. 

En próximos artículos NATIVU ahondaremos en las modalidades de condominios, sus ventajas y desventajas dependiendo del estilo de vida que se quiere disfrutar…